Revista La Urraka
La literatura y las artes al alcance de todos
Portada:
Mujeres trabajando
Autor: Yemba Bissyende
Técnica: Batik
Medidas: 40 cm x 1m 30 cm
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martes, 18 de abril de 2023
Vida y nostalgía en La Urraka
martes, 14 de marzo de 2023
Poeta internacional invitado en La Urraka
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Adrian Sangeorzan |
Este año debería haber sido borrado del calendario desde enero
Antes de que cogiera velocidad
Como una bola de nieve que crece rodando
Sobre las playas del mundo en las que estamos acurrucados
Creyendo que esta vez también nos salvará el sol.
Es verano, estoy sentado en la orilla del océano
Trato de hacer bolas de arena
Para convencerme de que también la nada tiene vida propia
Y que cuando nos envíen a Marte
Nos las arreglaremos igual de bien
Que los marcianos que alguna vez se nos metieron bajo la piel
Después de una glaciación fallada al milímetro
En la que la Tierra, creyendo que es la única estrella de la suerte,
Le dio la espalda a Cronos
Que devoraba a sus hijos nada más nacer.
Este año que coge velocidad se le escapó de entre los dientes
Y nosotros miramos el cielo de su boca
Como desde una celda con rejas.
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Cementerio en Nueva York
Qué actividad febril hay en los cementerios
Se cavan tumbas día y noche
Se tiran huesos viejos y nuevos
Para los muertos enterrados a causa del dinero de las faltriqueras.
Sacerdotes y rabinos ofrecen la absolución
Para legítimas incineraciones
Hechas apresuradamente según las nuevas necesidades
Que ninguna fe las ha previsto
En estas extrañas circunstancias.
Desde hace mucho tiempo se sabe que el fuego purifica todo
Metes la mano en él y estarás limpio
Hasta de los pecados que no hayas cometido.
Si por casualidad has salido con vida
Puedes orinar en unas cuantas estatuas sagradas
Y en las madonas que rezaron por ti
Antes de que tú nacieras
Y que pudieras recordar.
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Señales de tráfico
Cuando el hielo se agrieta, deja escapar una nota tan alta
Asusta a las focas que salen a la superficie por una bocanada de aire.
En cada témpano desprendido de Groenlandia
Están los saxofones y tambores de cuero de mamut.
Pronto nos aislarán sobre ellos
Para improvisar canciones de cisne
Y marchas alegres para bodas y fiestas imaginarias.
Cuando llega a África, Charlie Parker se hace crujir los nudillos
Y prueba su saxo como un cuerno alpino en miniatura
Adelgazado por el gran deshielo de la nostalgia.
Un coco ha brotado en nuestro témpano
Y crece como una señal de tráfico con un significado desconocido.
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*Adrian Sangeorzan es médico estadounidense, poeta y escritor de ficción de origen rumano. Vive en Nueva York y trabaja como obstetra y ginecólogo. Publicó varias colecciones de poemas: Mundo enmascarado (2020), Lapso de memoria (2018), La Anatomía de la Luna (2010), Tatuajes en Mármol (2006), Voces en el filo de una navaja (2003), Sobre la línea de vida (2002). Es autor de las novelas Certificado de virginidad (2019), Exiliado del útero (2012), Entre mujeres (2016), Caminos (2017), El toque en el hombro (2015), Vitali (2008), El Circo Frente a la casa (2007), y Entre dos mundos: Cuentos de Médico de la Mujer (2005)
Sus obras aparecen en varias antologías y revistas literarias en los Estados Unidos y Rumania. Es miembro del Movimiento Literario Internacional “Poetas del Mundo”.
Adrian Sangeorzan fue invitado a la Feria Internacional del Libro de Frankfurt, Alemania (2022), invitado del Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua (2018), de Gotemburgo (2014), invitado del Festival Internacional "Días y Noches de Literatura", un evento organizado por la Unión de Escritores Rumanos en 2011. Sus poemas han sido traducidos al inglés, chino, francés, alemán, sueco, árabe, español, polaco, bengalí, vietnamita, uzbeko, italiano.
jueves, 24 de febrero de 2022
Las poetas en La Urraka: Kamila Pereira Hernández
Kamila Pereira Hernández
Nacida en Turbo, Antioquia. Residente en
Apartadó, Antioquia, Colombia.
Pintora y Poeta.
Su obra ha sido publicada en antologías nacionales e internacionales. Ha participado en distintos Encuentros de Escritores y Poetas. XXXX Encuentro de Mujeres Poetas Colombianas (2017)
Galardonada con la Espiga Dorada en el lll Festival Internacional de Poesía y Arte. Perú (2018)
Obtiene el reconocimiento por ASORBAEX España. Por su
talento, actitud, compromiso y participación como artista,
promoviendo la cultura de igualdad. "Arte desde mi Rincón" San
Vicente, Ecuador. 2020
Su poesía ha ha sido seleccionada y
publicada en la antología internacional Writers' World. World Writers. (Escritores para el
mundo, el Mundo de Escritores. Daca, Bangladesh.(2021)
Antología Donde Cantan los
Grillos. Mujeres Escritora del Urabá. Apartadó Antioquia, Urabá Colombia.
(2021)
Antología, No es posible la
misericordia humana? Afganistán. Cajamarca, Perú. (2021)
Libro de poesía en edición. En el Ojo de la Sepia. Libro de cuentos, digital. Caballo por Alfil .
lunes, 31 de enero de 2022
Aproximación a la poesía
Conrado Alzate Valencia
miércoles, 5 de enero de 2022
El coleccionista de baladas
El coleccionista de baladas
Por Conrado Alzate Valencia
Un mundo orwelliano
El libro “Un mundo feliz”, publicado en 1932 y escrito por el novelista, filósofo y viajero británico Aldous Huxley, vaticina la abolición, entre otras cosas de: la diversidad cultural, el arte y la literatura. Y eso es lo que está ocurriendo hoy. El verdadero arte está siendo remplazado por lo banal y lo vulgar. La gente está valorando más la antiestética que la estética, la estolidez que la inteligencia.
En “1984”, otra novela política de ficción distópica, publicada en 1949 por George Orwell, el autor también pronostica la supresión del arte puro y el ocultamiento del conocimiento: “Pero éste es el precio que debemos pagar por la estabilidad. Hay que elegir entre la felicidad y lo que la gente llamaba arte sublime. Nosotros hemos sacrificado el arte puro”. Y más adelante agrega: “No habrá arte, ni literatura ni ciencia” Todo lo anterior va acompañado de la manipulación de la información, la práctica de la vigilancia masiva y la represión política, impuestas por la Policía del Pensamiento al servicio del Gran Hermano. Ya las profecías se han cumplido. En estos momentos, vivimos en un mundo orwelliano.
Las baladas
En el setenta, ochenta y principios del noventa, décadas del siglo anterior, nosotros escuchábamos tangos, boleros, salsa y música romántica. Y les ofrecíamos baladas a las muchachas. En esa época, dedicarle una canción a una mujer era como enviarle una carta de amor o un maravilloso ramo de flores; se trataba de un regalo que generalmente nos abría las puertas de la amistad y del amor. Y la verdad es que las letras de estas canciones eran poemas sencillos y pegajosos. ¿Y quién no se doblega ante una espléndida creación poética como ésta del cantante y compositor español Emilio José?:
“Tu nombre se está borrando / De la proa de mi barca / Ojalá que el mar pudiera / Borrármelo a mí del alma // Una copla marinera / Que de boca en boca anda / Aunque no le importe a nadie / Yo fui el primero en cantarla //Pero yo sí que lo sé / Yo sé dónde está esa barca / Medio enterrada en la arena / En una playa olvidada // Pero yo sí que lo sé / Yo sé dónde está esa barca / Medio enterrada en la arena / En una Playa olvidada // Yo sé también que hubo un hombre / Que puso rumbo a esa playa / Para abandonar allí / Recuerdos que le quemaban // Todavía el sol poniente / Arranca chispas doradas / Al viejo farol de cobre / Que cabecea en la playa // Pero yo sí que lo sé / Yo sé dónde está esa barca / Medio enterrada en la arena / En una playa olvidada (bis) // Tu nombre se está borrando / De la proa de mi barca / Nadie sabe que esta copla / Se me escapó a mí del alma”
Recuerdo muy bien que yo terminé mi bachillerato en la nocturna, porque en el día debía ayudarle a mi madre a vender sus mercancías. Y los viernes, algunos condiscípulos y yo, faltábamos a clase, pues nos íbamos para El Gloria, El Montecarlo, la Cabaña Marina y La Red, las tabernas más agradables de mi tierra. En estos sitios bebíamos ron hasta altas horas de la noche y fumábamos Marlboro, mientras escuchábamos a Óscar Golden, José José, Joan Sebastian, Leonado Favio, Sabú, Leo Dan, Sandro, Camilo Sesto, Víctor Manuel, Joan Manuel Serrat, Dyango, Valen, Albert Hammond, Hervé Vilard, Joe Dassin, Salvatore Adamo y Franco Simoni, entre otros artistas que le dieron un sentido mágico a nuestra briosa juventud. Oh, y las voces femeninas que acompañaron muchas veces nuestra bohemia desenfrenada: Silvana di Lorenzo, Mary Trini, Cecilia, Lolita, María Veranes, Jeanette, Nada, Raffaella Carrà y Vicky Leandros. Solo para nombrar algunas a vuela pluma.
En Viña del Mar, un balneario de mi pueblo, pasábamos algunas tardes y los fines de semana bañando, tomando cerveza y escuchando una de las voces más prodigiosas de la radio: Bismark Osorio Bahamón, Director de Extraimpactos viejitos de la desaparecida emisora Ondas del Nevado. Por este programa discurrían los solistas y las agrupaciones más célebres de estos tiempos inolvidables, que nos permitieron entrar al tímido reino de nuestros primeros amores. Pero de un momento a otro todo cambió: el mundo encantado que conocimos, se fue desmoronando en la niebla como un castillo de hielo.
La música popular y el reguetón
Ahora bien, no sé quién o quiénes fueron los genios que llamaron a las baladas “Música para planchar”. O sea que degradaron esta música, sagrada para nosotros. Luego vino el auge de un género de la Costa Caribe: el vallenato, pero no el que narra las hazañas de los hombres de esta tierra, sino el comercial, el que canta a todas las caras del amor y desamor. No obstante, el vallenato es más aceptable que el ruido infernal de estos tiempos apocalípticos.
Después, perversamente impusieron la música popular y el reguetón, que generan copiosas ganancias. Ante este monumento de la estupidez, se reúnen multitudes adoradoras y enfermas, en una especie de exaltación vestal. Pero lo que no sabe la gente es que todos somos marionetas de alguien, utilería desechable. Y estos reyes del despecho o ídolos populares son idiotas útiles que el establecimiento toma para entretener la chusma, son una droga que controla las emociones; son, en fin, el “soma” que anunció Aldous Huxley en “Un mundo feliz”. Sin duda, este es el país del despecho y el “perreo”.
Con relación a lo que escuchan las personas de ahora, cada que las Centrales Obreras protestan por el pequeño incremento en la escala salarial, un polémico amigo señala salerosamente: “El que ve todas las novelas y los realities de Caracol y RCN y escucha reguetón y música para caballos, no merece ni el mínimo”.
El coleccionista de baladas
De estos temas y de otros, suelo dialogar constantemente con un hombre noble, trabajador, inteligente, memorioso y muy cercano a mis gustos. Se trata de mi hermano, un filósofo sencillo de la existencia, quien discurre por la clandestinidad, sin ningún ánimo de reconocimientos. Darío (nombre persa, cuyo significado es el siguiente: “el que posee el Bien”, “el que mantiene el Bien” o “el que protege contra el Mal”), es un coleccionista silencioso de baladas, custodio y amanuense de verdaderos tesoros, inexistentes para muchos. El posee, por ejemplo, a José Luis Perales en alemán, a Sandro en español, portugués e italiano; a Julio iglesias en español, portugués, francés, italiano y alemán. Y dentro de sus joyas brillan las canciones en portugués de Nelson Ned, Roberto Carlos, Nilton César, Marcos Roberto, Heleno, Danny Cabuche y José Luis Rodríguez. Y en su colosal fonoteca también sobresalen Raphael y Charles Aznavour en varios idiomas.
La música ha sido para él, desde muy joven, entretenimiento, poesía, tabla de salvación y lenitivo para sus heridas y su soledad. Jamás he visto a alguien tan aleccionador, tan reverente y sensible con los milagros del arte como este melómano de todas las horas. “A mí me gustan las baladas, porque ellas nos cuentan bellamente en un poco más de tres minutos media vida”, expresa con mucha seguridad. Otras veces indica: “Lo más detestable es que los viejos, quienes crecieron con los tangos, los boleros, las cumbias y la música romántica, ahora escuchen y canten a grito herido reguetón y música popular”. Y, cuando se va de este mundo un baladista que nosotros admiramos, él inmediatamente me llama y me comenta con evidente nostalgia: “¿Sí sabía que acaba de morir otro cantante?”. Y yo le respondo: “¡Qué lástima, hermano, definitivamente el mundo se está quedando sin voz!”
Es de advertir finalmente que, gran parte de los discos compactos que poseo en español, portugués, inglés, francés, italiano y alemán, se los debo a él, quien siempre tiene la paciencia y el cariño suficiente para grabar los temas de mi preferencia.
Con estas breves, “… humanas, míseras palabras”, para decirlo con el poeta Aurelio Arturo, deseo tributarle un pequeño homenaje al Coleccionista de baladas, un ser hecho de música como el río, como los pájaros de la mañana y estas montañas legendarias.
Riosucio, enero 2 de 2022
lunes, 13 de diciembre de 2021
Divagaciones sobre la escritura poética
Divagaciones sobre la escritura poética
[A mis Maestros amigos, Juan Carlos Céspedes Acosta y
Argemiro Menco Mendoza. Y viceversa]
Otto Ricardo-Torres
... Voy a hablar del acto de escribir en el que es realmente poeta; lo que le ocurre al poeta en el acto de escribir, eso que algunos –y hoy casi todos- corrieron a llamarlo inspiración, palabra que ya no se puede pronunciar si es que nos queremos librar de un linchamiento. Si no nos ponemos en situación, es decir, atentos al caso, esto puede ser un ‘ladrillo’. No obstante, antes de rehusarlo hagan memoria fina de cada uno en sí mismo y de la biografía interior de los grandes poetas. Hay ocasiones en que estas circunstancias no se corroboran verbalizándolas, sino haciéndolas. O el HACER como la única forma de SABER. ..
Supe de los toltecas hablando de AQUÍ y AQUÍ y no de Aquí y Allá. Creo que todos hemos pasado por esa situación. Por supuesto que los Maestros lo hacen a voluntad cuando ‘se enfocan’ en varios lugares de tiempo o de espacios, o de espacio y de tiempo diferentes y al mismo tiempo.
DISTINGAMOS dos situaciones: cuando nos acordamos o alineamos o enfocamos en un lugar pasado o presente, estando únicamente Allá; y cuando nos vemos y estamos simultáneamente en dos lugares distintos. Seguramente a muchos de ustedes les ha pasado, sino que, a pesar de lo sorprendente, solemos archivar estos sucesos sin detenernos en ellos. Hagamos inventario estratégico de nuestra vida y lo recordaremos.
A eso, los toltecas le llaman ACORDAR o ACORDARSE, que es distinto de RECORDAR. ‘Recordar’ es hacer memoria desde aquí lo de allá, REMINISCENCIA; ‘acordar’ o ‘acordarse’ es estar aquí y aquí, esto es, en varios ‘aquí’ al tiempo, o trasladarse a ese no lugar y participar en el propio tiempo y circunstancias de entonces sin dejar de estar en su aquí del comienzo.
Dada la singular acepción, creo que en este caso el régimen del vocablo ‘acordar’ o acordarse’ no sería ‘acordar o acordarse’ DE, sino ‘acordar o acordarse CON’, como en ‘Estar de acuerdo o en acuerdo con’. En este caso, el verbo coincide con el empleo que se hace de él en música, mediante los ‘acordes’. Su etimología está del lado de ‘acordar o acordarse’ CON, pues viene de ‘ad’, ‘al lado’, y ’cos cordis’, ‘corazón’: ‘corazón al lado de, o simultaneidad, ‘ad cordis’. (Aunque se podría pensar que en el caso de la música, el ‘acorde’ sea cuestión de ‘cuerdas’). José Ortega y Gasset, el máximo ensayista en lengua española para mi gusto, da una bella definición de AMOR en términos de “Corazón junto a corazón, concordia”. Y, por supuesto, como él sabía de latines, está empleando ‘concordia’ en su valor etimológico, con el sentido de ‘co cordis’, simultaneidad del corazón: AMOR, concordia del corazón: ‘corazón junto a corazón’.
Este empleo se aviene con el de ‘acordar o acordarse’ y con ‘acuerdo’.
Sin ser exactamente un ACUERDO, dicen que mi admirado Rey David solía hacerlo. Se sentaba y empezaban a atronar en todos los cuerpos de su ser caminos y batallas, salones y reuniones con los enjambres de las tribus, tales cuales, mas no ‘como si las estuviera viviendo’ sino sin el ‘como’.
A lo que vengo es al caso que sí se puede citar, el de los poetas (incluidos los narradores, por supuesto) sobre todo los aedas y rapsodas de la época homérica y de siempre. Comentan los rapsodas, ION, por lo menos, que cuando están ante el público cantando, los hexámetros de aquellas obras en las cuales había especialistas de cada una de ellas, uno es el que está parado ante el público y ese mismo el que está inmiscuido en los escenarios y escenas vivas del canto, del contenido del canto, allá en su entonces. Uno de los símismos apenas si se da cuenta, porque queda en estado zombi para no interrumpir el flujo de la memoria del rapsoda.
No es del todo igual al aquí y aquí tolteca realmente, pero casi.
Ahora bien, al crear poéticamente, unos lo hacen como tecnología, ‘de oficio’; a estos no me refiero. Otros no lo hacen, sino que dejan que el texto se haga en ellos. Estos son. Y es cuando el poeta lo es porque él no es realmente el responsable sino únicamente de la escritura; lo demás ya le va siendo dictado. Y su maestría estriba en mantenerse atento al dictamen, sin entrometerse, sino dejando que la voz intrusa diga lo que venía a decir tal cual. A ese par de simultáneos, uno y distinto en el mismo, lo he llamado ad hoc, POETA Y ALDEANO. A este, el amable e inocente aldeano, me refiero jocosamente como el ‘ñero’ (‘aldeano’) ortónimo u homónimo del poeta, sin nada de peyoración.
En el artista se dan esas dos entidades simultáneas, la del aldeano y el poeta, dos maneras del aquí y aquí.
Cuando he hablado de evitar el autor en la ñerocrítica, no es por apartar al crítico de la amistad con el autor Fulano de tal, sino para invitarlo a que se ocupe del autor poeta y no del autor externo, del ñero o aldeano, del Fulano, que no es el que crea. El autor poeta es ya, por supuesto, parte principal de la creación, dado que él es quien agencia o hace la creación. A él se está uno refiriendo cuando examinamos al poema en el seno de este y no desde afuera. Si analizamos realmente y sin evasivas la artisticidad del texto, ahí mismo estamos rindiéndole homenaje al autor, pero al autor intrínseco en el poema, no al ñero. El autor intrínseco es el factor más importante de la creación, porque él es creador y criatura en, dentro de su obra.
(El ñero es el de la reciprocidad del sancocho y el del uiski debajo del paloemango, que es en el que está pensando el ñerocrítico).
Generalmente los artistas no hablan de esto, a menos que el ambiente sea propicio. Y no hablan de esto porque la mayoría de la gente solo habla del poeta Fulano, como si Fulano fuera realmente el poeta y no el mismo fulano, pero otrado en la realización de su oficio sacerdotal. Creo que de esto ya he escrito bastante, aunque insisto.
En el verdadero poeta, sea de la especie artística que fuere (a todo eso lo llamo ‘poeta’, pues igual ‘crea’ el que narra, hace teatro o cine o poemas), se da de manera fidedigna, el aquí y aquí, a su manera. Porque se trata de dos unomismo, sin ser dos, pero tampoco el mismo siempre. Cuando el real poeta escribe, el otro uno mismo no sabe qué es lo que quiso decir el aquel; tampoco este, porque está dentro, en unidad con la escritura. Únicamente la escritura, lo escrito, sabe qué es lo que el artista ha dicho o hecho.
El verdadero poeta evade o no le gusta hablar de esto porque lo pueden chiflar.
Claro que hay casos contundentes, y no sé si pueda citar a Kafka con su Metamorfosis; tal vez también a Rilke, el de la Canción de amor y de dolor del capitán Cristóbal Rilke”, a Pessoa en sus poemas extensos, a José Asunción Silva, el que tuvo que soportar la angustia inefable de su canto bailándole en sus dos noches elegíacas: las de “Una noche” y “Esta noche” .. de su sin par “Nocturno”. Y tantos otros. Sino que no todos los artistas dan en declararlo, o por modestia, por todo lo contrario, o porque no se han detenido a reparar en ello.
Yo quisiera decir que ninguna obra realmente poética es escrita o realizada de una manera distinta. Por ejemplo, en García Márquez Cien años de soledad fue la culpable de haberlo encerrado los meses que estuvo en el calabozo de su casa de México escribiendo. Y no el ñero o aldeano, ‘el de civil’, García Márquez común y corriente, sino el garcíamárquez cienañosdesoledad o autor. De no haber sido así, quién, qué lo obligaba. Genio al fin y al cabo, hundió todo el cuerpo en el misterio y se dejó atrapar sin miedo. Si no, pregúntense: ¿sabía este autor lo que tenía que escribir? No. ¿Ya tenía claro lo que debía escribir? No. ¿Se predispuso a decir esto y lo otro antes de escribir? Dijo que tuvo que entregarse o someterse, ‘a ojos cerrados’, a lo que las urgencias caóticas de la obra le obligaron a escribir. ¿Y por qué le obedeció a todo ese fantasma metafísico o cuasi? Ya él ha dado la respuesta varias veces. Y muchos otros también.
Ser conscientes de esa inconsciencia al escribir, al bailar, al cantar, al pintar, al componer música o jardines, casas, mansiones, escenarios .. es el secreto, es el misterio, el sancta sanctorum del artista. En el seno de ese ámbito invisible para los demás, y solo allí, inmerso en la idéntica unidad de sentimiento y de conciencia, es el lugar en el cual el artista iluminado recibe la revelación y la pule y le hace los remiendos o arreglos que ella, la obra, pide o solicita. El haz y el envés de la hoja son su manera de decir su aquí y aquí.
En fin .. Siempre .. ¡siempre!, me he preguntado en las distintas ocasiones del oficio, por qué las criaturas de talento le sacan el cuerpo al misterio y por qué no son capaces de enfrentarlo, interrogarlo, hundirse en él, tal como lo hicieron todos los que, por haberlo hecho así, fueron grandes. Creo tener un conato de respuesta, pero la dejo para mí, porque “los actos de darse cuenta son siempre personales”.
Nueva Casa Esenia B’H, diciembre 5 del 2021
domingo, 26 de septiembre de 2021
El cuento en La Urraka: Escritor Pedro Linares Domínguez
fijar la vista sobre las piezas del tablero. Algo había cambiado. El peón de dama estaba emplazado en la casilla central. Pero el caballo del alfil del rey de las negras había sido desplazado a la casilla f6. A lo lejos escuche un ruido como si arrastraran tambos vacíos. Me asomé a la puerta y la vi. Era una muchachita como de doce o trece años. Estaba parada bajo uno de los árboles del fondo. Llevaba un vestido blanco, percudido y desgarrado. Parte del cabello le caía sobre el rostro y en su frente se apreciaba una profunda herida. Un hilo de sangre le corría por la mejilla. Cuando me miró se alarmó y empezó a desplazarse. Su manera de andar era horrorosa: desgarbada, con los brazos caídos y la cabeza girada de una manera extraña. Dio unos pasos y se perdió en uno de los pasillos entre dos aulas.
domingo, 19 de septiembre de 2021
Entrevista a Carmen Firan, escritora y poeta rumana, residente en los Estados Unidos
La Urraka: Cuénteme un poco de tu infancia. ¿En qué momento fue consciente de su contacto con el arte y quién de su familia pudo haberlo influido?
Carmen Firan: Crecí rodeada de libros. Mi padre es profesor de literatura, autor de varios libros de crítica literaria; mi madre era bibliotecaria, lectora apasionada. Nuestra casa estaba llena de libros, los únicos valiosos que teníamos.
Desde muy pequeña me obsesioné con el significado del tiempo. Nací en el comunismo; cuando era niña no entendía completamente lo que eso significaba. Sabía que no podíamos viajar al extranjero, no podíamos decir lo que pensábamos, vivíamos una vida muy austera, pero teníamos libertad para leer y teníamos la suerte de tener una educación muy sólida. Teníamos algo más que hacer que leer, viajamos a través del libro. Las relaciones humanas eran genuinas en ese entonces, teníamos un enemigo común, la dictadura, y cada uno de nosotros construimos una vida paralela para hacer frente al sistema. El tiempo era interminable, no nos apresuramos a ninguna parte porque no había ningún sitio al que llegar. Después de establecerme en Nueva York, aprendí que en Estados Unidos el tiempo es dinero y también aprendí a salvar mi identidad y la libertad mental en un mundo sin vallas pero con una prisa drástica, ¡helas! de nuevo a ninguna parte.
* Tell me a little about your childhood. At what point are you aware of your contact with art and who in your family could have influenced you?
I grew up surrounded by books. My father is a professor of literature, author of severalbooks of literary criticism; my mother was a librarian, a passionate reader. Our house was packed with books, the only valuable we had.
Since a very early age I was obsessed with the meaning of time. I was born in communism; as a child I didn’t fully understand what that means. I knew we couldn’t travel abroad, we couldn’t speak our mind, we lived a very austere life, but we were free to read, and we were lucky to have a very strong education. We had anything else to do than reading, we traveled through book. Human relations were genuine back then, we had a common enemy, the dictatorship, and each of us built up a parallel life to cope with the system. Time was endless, we didn’t rush anywhere because there was nowhere to get. After I settled in New York, I learned that in America time is money and I also learned to save my identity and the freedom of mind in a world with no fences but with a drastic rush, helas! again to nowhere.
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LU: ¿Qué es la poesía para usted?
CF: Escribí mis primeros poemas muy temprano en la vida, y cuando tenía diez años, se publicó una colección de poesía de niños con dos de mis poemas presentados. La poesía siempre fue mi segunda vida e incluso ahora, después de haber publicado muchos libros de ensayos, cuentos cortos y novelas, si me despierto en medio de la noche y me preguntan ¿quién eres?, mi respuesta abrupta será: una poeta.* What is poetry to you?
I wrote my first poems very early in life, and when I was ten years old, a collection of poetry by children was published with two of my poems featured. Poetry was always my second life and even now, after I published many books of essays, short stories and novels, if I am waked up in the middle of the night and asked who are you?, my abrupt answer will be: a poet.
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LU:¿Cómo se produce el encuentro con la literatura?
CF: Publiqué mi primera colección de poemas en 1981. Comencé a asistir a círculos literarios y me involucré activamente en los eventos literarios. También tuve la oportunidad de conocer a personalidades importantes que influyeron en mi desarrollo. Me gradué en matemáticas (de nuevo, viviendo en el comunismo tenías que pensar en una forma práctica de sobrevivir) pero escribir era mi verdadera vocación. Mi disertación en la graduación fue Estructuralismo entre matemáticas y poética, centrada en Paul Valery y Baudelaire.
* How does the encounter with literature take place?
I published my first collection of poems in 1981. I started to attend literary circles and became actively involved in the literary events. I also had the chance to meet important personalities who influenced my development. I graduated mathematics (again, living in communism you had to think to a practical way to survive) but writing was my real vocation. My dissertation at the graduation was Structuralism between mathematics and poetics, focused on Paul Valery and Baudelaire.
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LU: ¿Qué poetas marcaron o influyeron en su arte?
CF: Me gustaba Whitman, Prevert, pero también la Avant Garde. Sabía leer y escribir en francés, y traté de mantenerme conectada con la cultura occidental gracias a las traducciones que se publicaron en gran parte, mientras que la censura política estaba vigilante principalmente con los escritores rumanos y disidentes. Las lecturas de Kafka, Dostoievski, Chejov, Thomas Mann fueron fuentes de inspiración.
* What poets marked or influenced your art?
I liked Whitman, Prevert, but also the Avant Garde, I could read and write in French, and tried to stay connected to the Western culture thanks to the translations that were largely published, while the political censorship was vigilant mainly with the Romanian writers and dissidents. Reading Kafka, Dostoyevsky, Chekov, Thomas Mann were sources of inspiration.
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LU: Cuéntenos algo acerca de su proceso creativo.
CF: Compartí mi tiempo entre viajar como profesora de matemáticas y asistir a eventos literarios.* Tell us something about your creative process.
I shared my time between commuting as a math teacher and attending literary happenings.
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LU: ¿Cuál es su mayor preocupación cuando escribe? ¿Cómo lidia con las críticas?
CF: No tengo preocupaciones al escribir, no pienso en la crítica, la estrategia de publicación, ni ningún otro detalle técnico. La escritura es para mí una alegría ansiosa.
*What is your biggest concern when you write? How do you deal with criticism?
I don’t have concerns when writing, I don’t think about the criticism, the strategy of publishing, or any other technical details. Writing is for me an anxious joy.
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LU: ¿Qué elementos de la vida le mueven a escribir? ¿Existe algún tema recurrente en su obra literaria?
CF: El tiempo y la pérdida, la soledad, la muerte y el amor, la ausencia y el contacto fueron, y siguen siendo, los motivos de mi escritura.
* What elements of life move you to write? Is there a recurring theme in your literary work?
Time and loss, solitude, death and love, absence and touch were - and still are - the leit-motives of my writing.
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LU: ¿En qué idioma escribe sus originales?
CF: Todavía escribo en rumano, especialmente poesía y ficción. Prefiero lidiar con una traducción que tener la inseguridad de un idioma extranjero. Tengo demasiado respeto por la Palabra y sé que la lengua materna es la lengua de los sueños y la poesía. Me siento libre y segura dentro de mi lengua materna, mi dote de oro que me lleva a todas partes, cruzando fronteras y culturas.
* In what language do you write your originals?
I still write in Romanian, especially poetry and fiction. I prefer to deal with a translation than to have the insecurity of a foreign language. I have too much respect for the Word and I know that the native language is the tongue of dreams and poetry. I feel free and safe inside my native language, my golden dowry that I took with me everywhere, crossing borders and cultures.
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LU: ¿Cuál es la situación actual de la literatura rumana?
CF: La literatura rumana siempre fue rica y original, desafortunadamente poco conocida en el extranjero ya que el rumano es un idioma menor y no hubo demasiadas traducciones disponibles durante décadas de dictadura.Romanian literature was always rich and original, unfortunately little known abroad since Romanian is a minor language and not too many translations were available during decades of dictatorship.
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LU: ¿Cómo se siente el mundo literario de los Estados Unidos?
eventos y acontecimientos, los grandes escritores siguen vivos y gozan de reconocimiento. Estoy orgullosa de ser una escritora rumana que vive en Nueva York, donde logré organizar dos ediciones de “Un Festival Literario y de Traducción” durante mis años como directora de programa del Instituto Cultural Rumano. Durante muchos años también coordiné series de lectura de poesía en Cornelia Street Café en el Village, con invitados internacionales, incluidos rumanos.
CF: Acabo de terminar mi tercera novela, La soledad de los hombres. Si mi poesía se centra en la soledad y el tiempo, mi ficción explora el universo del inmigrante; amor y pérdida cuando cambias su lugar, su hogar, el desafío de reinventarte como un extraterrestre. Llevo mi casa conmigo a cualquier lugar. Entendí que el viaje es más importante que el final del camino.
jueves, 26 de agosto de 2021
Las poetas visitan a La Urraka
Jardín de la abuela
Encontré las estrellas llorando
Colgándose de la pintura seca
En la casa en la que mis abuelos
Pasaron su vida en paz
Bajo un montón de pensamientos.
El aroma del perejil fresco,
Recién desarraigado, listo para ser llevado al mercado.
Abuela cosecharía a la luz de las estrellas
A la grieta del amanecer, cuando las gotas de rocío, se quedan
Congeladas en las hojas inmóviles en su dolor vegetal...
Si los colores tuvieran olor
El verde tendría el aroma de este perejil.
Nos habíamos encontrado a nosotros mismos,
después de años con ramas sobresaliendo de nuestros cofres;
espumado de rabia, patético,
Vendiendo ilusiones en otro mercado,
Que ya no huele a la infancia,
O las manos de mi abuela, o el verde fresco;
Aplasté la luz de las luciérnagas,
pisando a la arada tierra, leudado masa, amasada
Por manos golpeadas, dejado para levantarse a la luz de la noche,
encerrado en el horno de fuego
Iluminado por nuestra estrella de la suerte.
Mira que llevamos la tierra restante en nuestros pies
De las colas cometas celeste de donde nos deslizábamos
hacia abajo de la oración, de las utopías atrevidas,
Dejado en el cráter de nuestra alma
Cuando caímos rodando a través de constelaciones
Marcado con estrellas vespertinas en nuestra frente:
Y seguíamos seguido
Tomados de la mano, cayendo de un abismo a otro abismo,
En el rocío de la mañana, ya caído sobre las hileras de perejil,
En el jardín inconmensurable de la abuela.
Grandma's Garden
I found the stars crying,
Hanging from the dried up paint
Of the house in which my grandparents
Used to spin time peacefully
Under a bundle of thoughts
The parsley smelled raw and green,
Just uprooted, ready to be taken to the market.
Grandma used to pick it in the stars light,
At crack of dawn, when the dew stays
Frozen on the leaves with vegetal pain...
If colors could spread a scent,
Green would have the aroma of that parsley.
We found ourselves after many years,
with branches sticking out of our chests: pathetic,
Selling illusions in a in another market
Which no longer smells like childhood
Nor like grandma's hands or like the fresh, raw green
I crushed the light of the fireflies by stepping on
Plowed earth like a leavened, dough, kneaded
By beaten hands, locked in the furnace
Lit by our lucky star
Look at how we're wearing the ground left off
By the tails of comets that I slipped on
From prayer, from bold utopias
Left in the crater of our soul
When we fell rolling through constellations
Marked with stars on their foreheads: And we went on
Holding hands, falling from an abyss to another abyss,
In the morning, in the dew from the parsley rows
In the immense garden of my grandma.
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¡Déjame!
Te lo ruego como un niño infeliz
Que pierde su último día de vacaciones,
Temerosos de que el tiempo se congele
Las muñecas hechas con las hojas del laberinto,
Dejar secar debajo de la castaña del jardín:
Todavía balanceándose juguetonamente en la hamaca
Donde estábamos dormitando, agotados por el letargo
De los días de verano. Dejándonos despertar solamente
Si las nubes estuvieran bajando para tocar nuestras frentes
Para dejar espacio para los aviones de papel voladores
De camino a tierras exóticas,
Déjame volar contigo,
A través de ti, a través de nubes y truenos;
Déjame romperme en pedazos en tu susurro
En tu mano, en las huellas de tus pasos,
Aplastado por crucigramas!
Déjame fluir en su tiempo,
Al igual que un reloj de arena engañado al momento,
Déjame sentarme en los pliegues de sus ojos,
Escondido allí, como un niño,
Que no quiere ver el fin del verano.
Déjame orar a sus pies,
Con mi frente pegada a ellos!
Para contarte todas mis preocupaciones y mis miedos,
Que los alejarás cuando me abrazas
En tus brazos oliendo a Nuevo,
De una cáscara verde de una nuez y una nueva infancia;
Tanto es así, que las semillas verdes
Crecerán en nuestras palmas temblorosas.
Let me…
I am begging you like an unhappy child
That looses his last day of vacation,
Fearful that the time will freeze
The dolls made from the leaves of maze,
Left to dry under the chestnut from the garden:
Still playfully swinging in the hammock
Where we were dozing off, exhausted from the torpor
Of the summer days. Letting ourselves be awaken only
If the clouds were letting down to touch our foreheads
To leave space for the flying paper planes
On their way to exotic lands,
Let me fly with you,
Through you, through clouds and thunders;
Let me break to pieces in your whisper
In your hand, on the traces of your steps,
Crushed by crosswords!
Let me flow in your time,
Like a sand glass mislead in the moment,
Let me sit in the folding’s of your eyes,
Hidden there, like a child,
That doesn’t want to see the summer end.
Let me pray at your feet,
With my forehead stuck to them!
To tell you all my worries and my fears,
Which you will drive them away when you hold me
In your arms smelling of anew,
Of a green peel of a nut and a new childhood;
So much so, that the green seeds
Will grow in our trembling palms.
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*Anca Stuparu nació el 31 de marzo de 1974 en Lugoj, Rumanía. Se graduó de la Universidad del Oeste en Timisoara, especialidad francés-alemán y de las universidades Lehman y La Guardia en Nueva York. Actualmente está completando su doctorado en Minneapolis, Minnesota State University.
Desde 1998, Anca vive en Nueva York, donde practica obstetricia y ginecología. En 2020, abrió una práctica médica privada, Anca Stuparu Medical Practice, con ubicaciones en Manhattan y Queens.
Su debut literario fue en 1998, en la Revista Rumano-Americana de Literatura y Espiritualidad Lumină Lină. En Rumanía publicó en las revistas Scrisul Românesc, Matricea Românească y Orizont. En Estados Unidos, Anca publicó poesía en la revista Humanities, y en Canadá, en Cultural Observatory.
En noviembre de 2018, publicó en Timişoara el volumen de poesía bilingüe De pe alt mal / From Another Shore con obras del escultor médico Emil Silberman. Sus poemas forman parte de la Antología bilingüe de la poesía rumana de Daniel Ioniță desde los orígenes hasta la actualidad.
En abril de 2019, el African Cultural Exchange le otorgó el título de Embajadora Cultural por su papel en la Misión Médica para la Salud de la Mujer en Spanish Town, Jamaica. En 2019 publica en la Editorial Curtea Veche el volumen “Las historias de unos escolares locos. Recuerdos pandémicos ". Tiene entrevistas para Radio Romania International y Adevarul Magazine. Sus poemas han sido traducidos al inglés, árabe, francés, español y alemán.