Otoño inminente
A Juanchi
Aparece el fondo de la Matrix.
Ahora no ríe la lavanda,
en cambio,
el fuego se hace árbol
que esparce el viento en los andenes.
Y mis ojos hinchados de abedul, arce y pino,
arden llorosos.
Olor a cedro, tierra mojada.
Danzarines terracotas
bordean el camino de un lugar
en el que no estoy.
El rompecabezas del maple se aspira
con la devoción del que espera;
la realización del alma
está lejos del hogar paterno.
Tulipanes que derraman ríos de colores
y que se quedan desnudos
como los deseos de los recién llegados,
el lugar que no ocupas en casa.
.
*******
Arrullo de mar
Fina cuna de madera
hecha de la cubierta de un buque
arrulla a mi pequeño.
Mécelo al ritmo de brisa tibia que impulsó tu nave,
fina cuna de madera.
Cuéntale cómo se sostienen los hombres
cuando arrecia el viento,
de temporales y tormentas.
Cuéntale de la forma de ver a través de la niebla espesa.
Y cúbrelo con la sal que se posó sobre ti en antaño,
para que sepa de misterios,
para que nada impida su navegar.
Enséñale los secretos que guardas
y cómo se llega a puerto seguro.
*******
Futuro concluso
Ya no.
Se extinguieron mis ganas,
su voluntad de lucha pereció.
Ya no seremos,
no rumiaremos el café en la mañana
y tampoco partiremos la tristeza en la cama.
El vino no será más testigo silente,
ni volveré a hacer las compras para ti.
Las promesas, olvidadas.
El futuro se volvió un eterno presente de espera
y abrazamos a otros con amor.
Ya no, ya no seremos.
*******
Pregunta para un crimen
¿Me quieres?,
preguntaste anoche.
el cuchillo se introdujo
unos centímetros en la espalda.
El gesto dijo no,
pero los ojos gritaron sí.
Permití el actuar fariseo
de tu mano en mi rostro.
Dos centímetros más a lo profundo,
aumentó el dolor.
Sobre la mesita de noche,
el mensaje de alguien
tu respuesta espera.
Y en el reflejo del espejo,
tu cara de asesino perfecto.
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