
Kamila Pereira Hernández
Regalo
Madre, abro mi ventana
y dejo que un hilo de sol
bese tus mejillas
cada mañana.
Una brisa tímida
entra a la casa
sin tocar a la puerta.
Acaricia tu cabello
y tus ojos se iluminan
al oír el saludo
de la voz del río
con acento de cañada.
Abriendo la ventana
te regalo el canto del ruiseñor,
mientras que las maríamulatas
despegan su vuelo
hacía los yarumos.
Te regalo hojas tiernas
y flores del jardín,
para renovar el jarrón
de barro blanco
que reposa en la
repisa de la sala.
Al caer la tarde,
para adornar tu melena,
corto una rosa blanca,
como en un lienzo
sobre un fondo de ónix,
la luna como un prendedor
con tu ropa de casa,
que luces como si fuera
traje de gala
para tu ronda por el patio,
bajo los mangos y palmeras.
Madrecita de cada día,
de todas las noches,
de estas horas que a tu lado
no pasan en vano,
te regalo estos mis libros,
estos mis cuadernos,
estos mis versos,
y esta, mi pluma,
con la que plasmo mis memorias
unidas a tus recuerdos,
para el encuentro
de tu forma de ver
con la mía de mirar.
Te regalo
una mecedora,
para que repose tu espalda
del fardo de tus días
y tu cabeza cansada
de pensar y pensar,
así tus lustros,
memorables en el sueño de la siesta,
viajen leves junto al viento.
Te regalo mi voz represada,
mi soledad franca y callada
y la melancolía que proyecta
un poco de dulzura
en un hondo sentimiento.
¿Para qué más palabras,
si incesantemente amanece la mañana?
Para mi madre
abro mi ventana…
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Cansada
A veces me agota la cubierta
de mujer enamorada
que atraca mi vuelo
con el aire de mi voz
encaminada al viento
en busca del abrigo
de tus brazos de yarumo blanco
para que mezan mis recuerdos
aunque una tarde resbaladiza
me hayan dejado caer
de lo alto de las nubes
o de una estrella,
no lo sé.
Entre el ruido de las rocas
de su desistir de mí
espantando sabaletas y
palabras huidizas que no lo encantan.
La poesía me ha despojado
de ese amor inconcluso
sin final memorable.
Sigo sus pasos por la ciudad y la provincia
busco su rostro entre los hombres
sus rasgos entre los hijos de los hombres
en la ficción de los cantantes;
entre la música de los escritores
entre la poética de los pintores
no lo encuentro ni en los lienzos de los poetas;
la poesía me lo arrebató del porvenir.
Me cansa ser mujer de su desdén.
Puedo ser aire, brisa borrascosa
que desarraigue la maleza,
crecida en el patio de su cama
y entrar por la puerta de su médula
para escribir un poema sobre su espalda
con letras tejidas por mis manos
y recitar mis poemas
hechos con fibras de mi tez
rasgando su carne con un verso leído
sílaba tras sílaba a su oído
como deletreando
con mi aliento en su espalda
la enfática palabra
“tenerte”
En esa espalda encuentro
galaxias súbitas,
poesía vigente, espiral inhóspita
recorrida por el goce y la lujuria
en el encuentro del amor hecho cuerpos
como si se cruzaran dos constelaciones
y toda la luz estelar corriera entre mis venas.
Mis manos tiemblan
marcando la hoja en blanco de su espalda
cuando abro las páginas de su entereza
y ante mis ojos, el libro de sus sueños
me dicta siempre el mismo final
de nuestra historia.
Cuando observo su espalda desnuda,
extendida en la penumbra
como litoral nocturno
hace que sienta alcanzable
el horizonte de nuestras vidas
que se dibuja
en nuestros silencios y contemplaciones;
él será vino, yo seré el mosto.
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Estampas de mi barrio
Inundación en Apartadó
(Urabá, Colombia 2019)
El agua corre por la calle
los sumideros se atragantan
isla de lodo en los andenes.
En la esquina un vecino
único héroe del diluvio
sin capa y sin espada
arremete contra la basura
con una pala
de antemano vencido.
Las ruedas de autos y buses
flotan sobre las olas
salpicando paredes y puertas
ya las cortinas recogidas
y los trastos
emparapetados.
La chiquillada alegre
semidesnuda
y despreocupada
brinca bajo la cascada
de los bajantes;
el chorro corona la testa
de plata y cristal
y en la piel acentúa su matiz
blanco o mestizo.
Las mujeres a baldados
devuelven el lodo
que los caños
metieron en las casas.
El viento se lleva la lluvia
y la regresa
¡Decídete viento
no juegues por mi barrio
con tu capa de lluvia
y tu antifaz de nubes!
Hace un mohín
el viento enfurecido
se marcha arrancando
tejas a manotazos
camino de las bananeras
a zarandear las hojas
a descuajar racimos
a doblegar la plantación.
Las horas y las aguas se escurren.
La calma después de la tormenta
regresa entonando vallenatos
melodías del Cesar y La Guajira
territorios de cielos secos
acompañadas por el vaivén
de escobas y traperos.
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Enojada
De ver traficar la sangre
y cortarle las manos a nuestro hermano
con sueños enclaustrados
en pozo de servidumbre...
Me enojo cuando el mendigo
sacia el hambre con un pedazo de piedra.
Poeta enojada
por los magnates de pensamiento nefasto
que envían hijos ajenos a la guerra
y los regresan mutilados
o ensacados de negro…
Son ladrones de cuerpos,
y de sus futuros
minando el campo de disensiones
contra la sociedad sin memoria
que lanza jabalina de culpa
contra el ser superior
ocultando la verdad necesaria,
eludiendo la verdad reparadora.
¿Por qué mi enojo?
Porque somos como los muertos,
Que no oyen ni sienten.
Enojado poema
que versa sobre el flagelo en la espalda
y en la planta de los pies del inmigrante
que busca un asiento de esperanza
pero su añoranza es sepultada
en territorio indiferente
tierra humedecida de clamores
que bebe la sangre agotada
del desplazado interno
de extranjero errante
aferrado al morral
donde portaba
trinar de pájaros
ecos del barrio
migajas de pan
Mi enojo, os hará temblar.
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Reencuentro con las calles del barrio
Vuelvo a las calles del barrio
y los pasos de mi adolescencia
las surcan tatuados en ellas.
Las casas de paredes raídas
van perdiendo su traje de cal
y la voz de los grafiteros
que la lluvia y el pincel del sol
vienen borroneando su memoria.
Los chicos corren descalzos
bajo el sol tropical de siempre
entre el mismo barro y los guijarros
que un día laceraron mis pies.
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📌Kamila Pereira Hernández
Nacida en Turbo, Antioquia. Residente en
Apartadó, Antioquia, Colombia.
Pintora y Poeta.
Su obra ha sido publicada en antologías
nacionales e internacionales. Ha participado en distintos Encuentros de
Escritores y Poetas. XXXX Encuentro de
Mujeres Poetas Colombianas (2017)
Galardonada con la Espiga Dorada en el lll
Festival Internacional de Poesía y Arte. Perú (2018)
Obtiene el reconocimiento por ASORBAEX España. Por su
talento, actitud, compromiso y participación como artista,
promoviendo la cultura de igualdad. "Arte desde mi Rincón" San
Vicente, Ecuador. 2020
Su poesía ha ha sido seleccionada y
publicada en la antología internacional Writers' World. World Writers. (Escritores para el
mundo, el Mundo de Escritores. Daca, Bangladesh.(2021)
Antología Donde Cantan los
Grillos. Mujeres Escritora del Urabá. Apartadó Antioquia, Urabá Colombia.
(2021)
Antología, No es posible la
misericordia humana? Afganistán. Cajamarca, Perú. (2021)
Libro de poesía en edición. En el
Ojo de la Sepia. Libro
de cuentos, digital. Caballo por Alfil .
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