Polleritas de tull
No sé si pido demasiado
cuando lo espero en la casa de mis sueños
vestida con polleritas de tull, de jean o de seda azul.
No sé si mi ideal está desfasado y
mi ilusión preñada de utopía,
pero lo quiero aquí junto a mí
construyendo día tras día nuestro final feliz.
Quizá no podando el jardín ni lavando la loza,
pero si ceñido a mi piel fría en las noches de llovizna,
mientras acaricia mis entrañas con su sonrisa tibia.
No sé si pido demasiado
cuando me imagino junto a ti,
tú y yo dueños de nuestra magia, sin espacio a terceros
amándonos como dos pobres huérfanos
que solo se tienen el uno al otro,
porque su amor está por encima del resto,
de los coqueteos y de las putas del puerto.
No sé si pido demasiado
cuando lo espero en la casa de mis sueños
vestida con polleritas de tull, de jean o de seda azul.
No sé si mi ideal está desfasado y
mi ilusión preñada de utopía,
pero lo quiero aquí junto a mí
construyendo día tras día nuestro final feliz.
Quizá no podando el jardín ni lavando la loza,
pero si ceñido a mi piel fría en las noches de llovizna,
mientras acaricia mis entrañas con su sonrisa tibia.
No sé si pido demasiado
cuando me imagino junto a ti,
tú y yo dueños de nuestra magia, sin espacio a terceros
amándonos como dos pobres huérfanos
que solo se tienen el uno al otro,
porque su amor está por encima del resto,
de los coqueteos y de las putas del puerto.
Poeta Julieth Péez (Colombia)
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