[poemas para Azul]
No necesito la mano de Dios
Y el permiso de los que matan
Para poder atravesar el abismo
Para viajar al fin de la noche
No preciso billete
Pues ya estamos todos borrados
Muertos y llenos de ceniza y viento
Nos han robado las palabras y las olas
Nos han arrancado las sombras y el color
De los abrazos
Ya no hay campos ni infinitos
Que se acunen en esa boca
Y en el fuego que se abre en los cuerpos
Desnudos con cien veranos marchitos
Ahora ya no hace falta ser otra vez niño
Para ser libre y poder reír
Cada vez que respiro desnudo
Qué tranquilos y limpios se sienten mis ojos
Cuando se pierde mi boca en tu espalda
Pues sé que eres tú
La única que puede sentir lo que realmente
Crece en mí cuando nadie puede verme
Poeta Antonio Marín Segovia (España)
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