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Mujeres trabajando
Autor: Yemba Bissyende
Técnica: Batik
Medidas: 40 cm x 1m 30 cm

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domingo, 8 de julio de 2012

Contra toda evidencia, la poesía


Isla adversa 
                                                  "Dentro están las cosas en su sitio
                                                          las crestas
                                                           el azul
                                                           las heces apacibles (...)"

                                                   Apremios (1989), Ada Elba Pérez.



el mar se me suicidó a pedazos,
fue cayendo poco a poco, a mansalva
dentro de mi corazón
                          y terminó inundándolo.
con él se fugó toda la extensión de la playa
y el sabor de algún rocío extraño
cuando soñaba con la inmensidad
que no se alcanza.
soy testigo de cierta obcecación insular
que no conoce límites
cuando las olas baten contra los farallones
y hacen peligrar el mustio silencio de inoportunas ceguedades.
He subido hasta mi último peldaño para reencontrar
su inmensidad, para escuchar su rumor oscuro
                                      rodeándolo todo
y apenas alcanzo a divisar su traicionera calma
su espesura de signos su encantadora embriaguez
su bofetada traidora justo al borde de un camino
que alguien denominó encrucijada.
Siempre soñé con el mar y su ademán de sombras
infinita frontera entre tanto viento y territorio
blasfemia desaforada que reniega de códigos y dobleces
                                        y lo engulle todo.
Mi mar es otra mentira entre ceja y ceja
una fiesta antigua otra alegoría que me salva/
procacidad convertida en largo sufrimiento
apodada trampa, cárcel, cerco, concilio, simulación, desconcierto.
Mi mar es una isla adversa/
                                otra frontera innecesaria.

Escritor y poeta Juan Carlos Rivera Quintana (Cuba)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy hermoso poema, ya lo había leído pero es bueno releerlo, y bancarse el gusto amargo que deja. Compartiendo la angustia se hace mas llevadera, cariños Juan! Y adelante con el empeño !
Diana

Anónimo dijo...

Gracias Diana, por tus palabras, un abrazo fuerte desde todos los exilios interiores y exteriores, juan carlos rivera quintana

Anónimo dijo...

Duro poema, no hay flor más dolorosa que aquella que se escriba desde las vísceras. Asi se sintió este poema, al menos para mí. Felicitaciones Juan Carlos y gracias a nuestro Juan Carlos Céspedes por la publicación

Lily Chavez
Argentina