De SÍSIFO
Con las llagas
y fisuras
en las manos, con ellas,
empujo la piedra hasta la cima.
La cargo a veces
hasta quebrarme la espalda.
Otras resbala
y golpea mis dientes,
los recojo, armo y me fumo mi sonrisa de nuevo.
Continuo así todo el día y parte de la noche (¡ No entiendo la diferencia! )
Llego, la piedra rueda .
Entonces descanso.
Froto las hojas medicinales
en mis manos,
me trago las pastillas recetadas,
las sin receta.
Amar es cargar la piedra que volverá a caer
vivir es “ “ “ “ “ “ “
soñar “ “ “ “ “ “ “ “
y entusiasmarse es cargar la piedra que volverá a caer
Ella rodará siempre,
yo la subiría siempre
pero mi tiempo es finito…
aunque el castigo sea eterno
Del libro Subcielo. Editorial H-onda de David.
Poeta Ángeles Martínez (Ecuador)
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